LOS TZIMISCE
De todos los clanes, el Tzimisce es quizá el más inhumano. Son seres de gran erudición, incluso brillantes, pero sus estudios (y su Disciplina de Vicisitud) les han llevado a la inequívoca conclusión de que los vampiros son superiores a los humanos, y ellos superiores a los demás vampiros. Los "mejores" (según el criterio Tzimisce) humanos merecen ser elevados al estado superior; los demás son morralla. Al contrario que muchos vampiros, los Tzimisce no se consideran malditos o condenados. Si Dios les ha condenado, dicen, quizá haya llegado la hora de nuevos y mejores dioses…
Escudo:
Remoquete: Demonios
Apariencia: Pocos Tzimisce tiene un aspecto normal. Muchos son angelicalmente bellos o monstruosamente horrendos.
Trasfondo: Es muy frecuente que los Tzimisce seleccionen a miembros de las familias nobles "mascotas" del clan, y no pocos de ellos son ghouls antes del Abrazo. De vez en cuando, se acepta en el clan a un forastero particularmente brillante o instruido, y los voivodas suelen tomar a quien les llame la atención (como "novias" o similares).
Creación del personaje: Ningun requisito.
Debilidades: Los Tzimisce son muy territoriales, y están atados a la tierra que conocieron en vida. Cuando un Tzimisce duerme, debe rodearse de al menos dos puñados de una tierra que fuese importante para él en sus días mortales (tierra natal, de sus señorío, de su tumba… etc.). De no ser así no podran descansar y se debilitarán con el paso del tiempo.
Disciplinas del Clan: Animalismo, Auspex, Vicisitud.
Estereotipos
Assamitas: Tenemos poco trato con estos paynims. Distraen a lo Lasombra y a los Ventrue en Asia Menor, y eso nos conviene.
Brujah: Oh, mil perdones, ¿una ciudad en la que pueda coexistir armoniosamente con los mortales? ¿Eso va a ser mi paraíso terrenal? ¿Ese es el sueño Brujah? Hmmph… creí que era un merodeador nocturno bebedor de sangre, pero es obvio que estaba equivocado.
Capadocios: Interesantes e iluminados, pero sólo buscan el dominio de lo mortal, mientras que nosotros aspiramos a convertirnos en amos de la inmortalidad.
Gangrel: Sólo nosotros aventajamos su comprensión de la Bestia; son, por tanto, útiles perros de caza contra los malhadados Tremere.
Lasombra: Tantos esfuerzos y tantas noches malgastadas en interminables partidas de ajedrez, lanzando este peón contra aquel otro… La política es simple: dile a tus inferiores lo que han de hacer, empala a quien se atreva a desobedecerte, y sigue adelante con los asuntos de verdadera importancia.
Malkavian: Su demencia, aunque debilitante, puede traer la inspiración. Talla una copa en la calavera de un Malkavian y bebe su sangre del recipiente. Los humores residuales de la cavidad cerebral se mezclarán con la vital, proporcionando visiones profundamente reveladores.
Nosferatu: Son estoicos, aunque toscos, y entienden el poder del terror. Admíralos a distancia, y haz ejemplo con cualquiera de ellos que se atreva a contaminar nuestros señoríos con su repugnante presencia.
Ravnos: Basura ladrones. Les arrancaremos mil gritos por cada chuchería que nos hayan robado.
Seguidores de Set: Ellos son gusanos, nosotros dragones. Les conviene escurrirse en sus agujeros a nuestro paso.
Toreador: Pequeños y empalagosos vampiros domesticados. Desean que admiremos su arte, pero ¡oh, cómo se espantan ante el nuestro! Conservadlos como mascotas hasta que sus versos comiencen a aburriros. Entonces arrojadlos al foso del vozhd.
Tremere: Les arrancaremos el don que robaron de sus entrañas destrozadas, los empalaremos en los mismo picos de los Cárpatos que profanaron, alimentaremos a los vodyanoi el Danubio con sus biliosos humores, y dejaremos sus restos para las aves carroñeras. Entonces empezaremos a enseñarles de verdad el significado del dolor.
Ventrue: Víboras teutonas que sonríen cordialmente y después te muerden el tobillo. Arrancadles sus lenguas hipócritas y ponedles un bozal en los colmillos.
Baali: Esfuerzo desperdiciado. ¿Por qué debemos conjurar lo que ya se ha encarnado sobre la tierra? Por supuesto, si lo que necesitan es monstruosidad y un aspecto grotesco, estaremos encantados de satisfacerles.