Este es el principal mercado de la ciudad, construido recientemente por Felipe Augusto. Numerosos puestos de venta de colores, animales, esclavos y otros bienes son expuestos aquí ante toda suerte de habitantes de París, que acuden al mercado en la procura de los bienes que necesitan. El mercado es abastecido desde las poblaciones cercanas por tierra, y desde más lejos por río, y recibe un constante flujo de gente de todas partes de Europa que acuden a vender sus servicios o bienes. Hogar de adivinas, bufones, malabaristas y demás fauna, también es un lugar donde se producen numerosos hurtos.