En contra de lo que la mayor parte de la gente cree, las catacumbas de París en realidad no eran catacumbas. Al contrario, este complejo de túneles situados a veinte metros de profundidad que se extiende por los exteriores de la ciudad eran originalmente parte del circuito de las canteras galo-romanas, y no han sido nunca usados como catacumbas en estos trece siglos desde el surgimiento del cristianismo. Situadas mayoritariamente bajo las colinas de Montparnasse, Montrouge y Montsorius, la entrada principal está en la primera de esas tres colinas. También hay accesos en otros puntos, aunque son poco conocidos.
Sin embargo, los rumores sobre estos túneles son numerosos, y siniestros. Los pocos que los conocen dicen que están malditos, y que todos los años muere gente por intentar conocerlos y recorrerlos; también dicen que se extienden mucho más, abarcando incluso el espacio bajo las murallas; y dicen que comunican realmente con gran parte de la Vilé (la orilla norte) si conoces las entradas ocultas. Finalmente, afirman que un gran y siniestro secreto se oculta en su interior, un secreto sobre el que ni los rumores más locos se atreven a decir nada.
Nota: La red de túneles es Dominio del Clan Nosferatu, y todo el que desciende a sus tierras es conocido antes o después.